Tuesday, November 28, 2006

mitologias



Las mitologías son las biblias de otras culturas, las cuales para nuestros ojos contemporaneos son mentiras (alguien mitomano, es aquel que no para de mentir), quien puede darle mayor o menor rigor a un texto que a otro, puede ser Zeus menos real que nuestro Jeová,¿será en el futuro el cristianismo otro mito como el de Prometeo?, ¿otro mesias que acabó mal por darle al hombre una nueva visión de la vida?, no lo sé y seguro que ni yo ni mis hijos lo verán, pero el tiempo como siempre todo lo dirá.

Tuesday, July 04, 2006

Mastín



Aqui os dejo esta imagen y ahora os cuelgo mi cuento.


Mastín





Guillermo Manuel Rodríguez Chamorro


























Dedicado a Yako




Era un 9 de septiembre, el calor envolvía el ambiente del cementerio de San Fernando, el sol hacia brillar los blancos nichos y tumbas, como si de un gran mosaico se tratara, donde cada tesela fuera una vida que no es, y un aviso a aquellos que piensan que son eternos.
Una congregación de personas se arremolinaba alrededor de un panteón familiar, el cura hablaba.
Un hombre destacaba entre los alli presentes, no sólo por su tamaño su brillante calva y su perilla, sino que era el padre de aquel al que iban a enterrar.
Las oraciones del cura sonaban en su cabeza como un ruido sin significado, como el rugir del viento o el sonido de las olas en la costa, realmente él escuchaba miles de demonios, no podía ser, su único hijo, muerto.

Era el momento de colocar el ataúd y Martín apretaba en la mano una rosa roja en la que un anillo con una gran piedra del color de la rosa sangraba a borbotones.Cuando el féretro fue puesto en su sitio, colocó la rosa encima del este.
El sordo sonido del mármol le recordaba cara de su hijo en el entierro de su mujer.

Después de esto, el resto de asistentes presentaron los respetos a Martín, compañeros y amigos de su hijo, ningún familiar más que él.

Después de denegar la invitación de acompañar a algún sitio a los amigos más cercanos de su hijo, Martín se subió en su viejo coche, se quedo en él sentado pensando.
-¡No puede ser todo lo que he querido me lo han quitado!, ¡Todo!.
Puso la mano en la llave del contacto y el silbido del motor le hizo levantar la cabeza.
El Ford rojo circulaba ya por la avenida de Torneos dirección al centro de Sevilla, giró a la derecha en una estrecha calle que desembocaba en la plaza de la Alameda, aparcó el coche en esta, dirigiéndose a una tasca junto a una famosa casa de putas alpargateras.
Martín era un hombre que destacaba por su gran tamaño, no sólo el de la altura sino también el de la talla de su chaqueta, pese a su edad se encontraba físicamente en forma. Desde la muerte de su mujer su atuendo era una clara chaqueta y una camisa negra, su calva y perilla eran conocidas en ese garito de la alameda.
Entro sin mirar a nadie, levantando levemente el brazo para saludar al camarero, él cual le devolvió el saludo con un –Martín.. que sonaba triste.
Se dirigió al final del bar donde se encontraba un hombre de unos sesenta y largos años enjuto, con el pelo canoso, recogido en una bien cuidada coleta, y una marcada cicatriz en ojo izquierdo que le daba un aire peligroso.
Martín se sentó en la misma mesa que él, a lo que un movimiento de cabeza de este hizo que el hombre de la cicatriz hablara.
-¡Siento mucho lo de tu hijo!
-Gracias.
-Me entere en la televisión.
-Sabes a lo que he venido, ¿no?.
-Si, ya lo sé, ya me he puesto en marcha, estoy moviendo mis hilos, en breve sabremos algo, me he puesto en contacto con Gutiérrez de homicidios,le han asignado el caso.
-Bueno eso era todo. Martín comenzó a levantarse cuando el canoso de aire peligroso le preguntó.
-¿No quieres algo...?.
-Al asesino de mi hijo. Se incorporó y salió de bar como entró.
El de la coleta observaba como se alejaba de la mesa y subía al coche, en ese momento saco el móvil apretó un botón acerco el aparato al oído y dijo.-Gutiérrez...


Miraba las letras doradas, Sánchez-Swartz estas presidían el panteón familiar, las nubes ya a esos días a medidos de septiembre se empezaban a dejar ver.
La espera dejó de serlo con unas “buenas tardes” de un hombre con bigote, pelo canoso hasta la oreja, mediana altura y cincuenta y pocos años.
-Buenas tardes Gutiérrez.
-Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
-Así es.
-Siento que sea de esta manera. El hombre del bigote miraba a Martín a través de unas gafas de sol que no dejaban ver sus ojos
Martín hizo un silencio, y sin más vuelta de hoja le preguntó.
-¿Qué se sabe?.
-Bueno... hizo una pausa, realmente el departamento forense esta desconcertado con el caso de tu hijo...
- Quiero detalles.
-No sé si es lo más apropiado...
Una mirada entre expectante y agresiva de Martín hacia Gutiérrez, hizo que este siguiera con lo que estaba esperando su interlocutor.

-Sigue.
-Cuando llegué al piso aquello era... es lo peor que he visto en mucho tiempo, tu hijo estaba destrozado, estaba todo lleno de sangre, no había parte del suelo que no hubiera algún resto, y lo más raro, no hay constancia de que se hayan utilizado armas de fuego, parecía como si le hubieran machacado con mazas, no había parte de su cuerpo que no estuviera destrozado.
El hombre del bigote miraba a su alrededor mientras hablaba, la tensión en los puños de Martín se acrecentaba mientras que miraba fijamente la “S”de Swartz, -¿cómo se sabe que fueron más de uno?.
-La rapidez de la actuación y el volumen de destrozos, todo hace pensar que no pudo ser una sola persona.
-¿Cómo pudieron entrar en el piso, era un cuarto piso, se descolgaron desde el noveno?.
-Esa fue nuestra primera idea pero la azotea era impracticable, de esas que tienen chinitas.
-Sí.
-No había nada, ni una huella, ni cuerdas, ni habían forzado de cerradura, nada, es muy raro.
-¿Por que por el ventanal? Podrían entrar por la puerta principal.
-Ya pero eso no es lo más raro.
-¿Cómo?.
-Lo más raro es las marcas en el asfalto y lo del coche destrozado.
-¿A que te refieres?.
-Los servicios de urgencia se encontraron un agujero en asfalto de medio metro de profundo y tres metros cuadrados de superficie, y no estaba antes de la 5 de la mañana, y lo del coche...
A Martín todo aquello le parecía una pesadilla no entendía nada, en su cabeza comenzaba a sonar un zumbido.-Dime...
-Una furgoneta aparcada bajo el piso de tu hijo estaba destrozada.
-¿Podía ser de los cascotes del ventanal?.
-Que va, ese destrozo no lo provoca unos cuantos ladrillos, el coche estaba prensado y tenía restos de sangre, creemos que de tu hijo, hasta que los datos no sean analizados por los técnicos no se nada....También encontraron restos de piel bajo las uñas de tu hijo, también están en el laboratorio.
-Joder... pero... eso haría un ruido de espanto, ¿nadie vio nada, ni escucho nada?.
-Estamos en ello, ¡ah! Un último detalle, había en el techo, unas marcas metálicas como de arañazos a lo largo de todo el salón y el pasillo.
Martín se tocaba la frente con desazón.-Lo siento, se que es muy duro...
-Ya, ya, pero quería saberlo todo, gracias por todo.
-¿Te puedo hacer unas preguntas?.
-¿A mí?.
-Si no te importa...
-Dime. Con un fruncido de cejas indicando que aquello no le gustaba.
-¿Sabes si tu hijo estaba metido en algún lío o algo?.
-Mi hijo estaba limpio. Lo dijo dé tal manera que hizo cambiar el rumbo de sus preguntas.
-Vale, vale, ¿sabes algo de sus últimas amistades o del trabajo?.
- Mi hijo y yo no nos veíamos mucho últimamente, no se nada.
-Bueno eso es todo.
-Por favor cuando sepas algo házmelo saber.
-Así lo haré.
-Gracias.

La pregunta de Gutiérrez le estaba rondando en la cabeza durante el camino a casa en el coche y en ese momento se acordó de Juanjo el amigo de la infancia de su hijo, él tendría que saber algo.
Aparcó el coche en la calle Don Fadrique en doble fila, desde la cual podía ver los últimos rayos de la tarde iluminando al Arco de la Macarena, cogió su móvil, busco en la agenda del aparato y apretó el botón de llamar.
-Diga, ¿quien es?.
-Hola, que hay Juanjo soy Martín el padre de Javier.
-Ah hola, siento mucho no poder haber ido al entierro usted sabe que estoy en Bilbao.
-No te preocupes ya me lo dijo tu madre.
-Usted sabe que Javier y yo éramos como hermanos, Joder... todo esto me ha afectado mucho, además en la forma que ha sido pufffff.
-Ya, ya...
-Bueno, ¿por qué me llamaba?
-Bueno tu sabrás que yo y Javier no nos veíamos mucho últimamente por lo del trabajo y eso, así que no sabía con quien se juntaba, sus compañías, todo eso y te llamo por si tu sabes algo que yo no sepa.
-Pues la verdad es que nos mandábamos emilios frecuentemente y resulta que había conocido a una muchacha en el trabajo, ya estaban medio en serio y eso... de hecho creo que tengo en el ordenador una foto de los dos en una fiesta de la empresa. ¿Usted tiene un móvil multimedia?.-Si.- Pues en un minuto le envío la foto.-Muchas gracias Juanjo. –No es nada a ver si bajo a Sevilla y puedo darle el pésame en persona.-A ver si es verdad, bueno hijo que te vaya bien,..., hasta pronto.-Hasta pronto Don Martín.
El aparato electrónico tardo un minuto en dar señal de vida con un mensaje multimedia.
La foto se abrió ante él, y pudo contemplar a su hijo rodeando con el brazo a una mujer joven de unos 28 años de edad, morena, de grandes ojos verdes y sonrisa inteligente. En la esquina derecha de la foto se podía leer Ana y yo. Se quedó mirando la foto hasta que un golpe seco en la parte de atrás de su coche lo hizo despertar.
El gorrilla estaba empujando los coches para que cupiese otro, y así poder cobrar el impuesto revolucionario a otro primo, que le iba a financiar su dependencia crónica a un derivado adulterado de la morfina.
-¡Que coño estas haciendo gilipollas!. Le gritó el calvo del Ford Sierra rojo.
-¡A quien le dices gilipollas, Cabrón!.
Esa frase siempre le había funcionado, todos saben que tienen la mayoría el SIDA y que van con un pincho, así que nadie insiste arrancan su coche y se van lo más deprisa que pueden pero en este caso...
El cabrón del coche rojo se bajó. Los dos metros de calvo con perilla hicieron removerle las tripas al gorrilla, pese a que la heroína provoca estreñimiento Martín provoca en sus presas el efecto contrario, y antes de que llegara al gorrilla, este ya tenía alicatado los calzoncillos y parte de los pantalones de tercera mano.
-¡Vamos a ver a quien coño le has dicho cabrón, yonqui hijo de puta¡.
Al yonqui se le habían caído todos los palos del sombrajo.
-Discúlpeme usted, le juro que le había confundido con otro.
-¿Cómo? ¿Me estas diciendo que me parezco a alguien que tu conoces?.Mientras que lo cogía del cuello de la camiseta, lo elevaba varios centímetros del suelo y le acercaba la cara a la suya.
-No, no es el coche...
-¿Que le pasa a mi coche? Maricón. Tras esta frase hubo un aumento en el flujo de materia que salía de aquel cobrador de impuestos ilegal. El hedor que emanaba en esos momentos llegó a la pituitaria amarilla de Martín.
-Hijo de puta, te has cagao, ya de por sí sois repugnantes...
Lo dejó en el suelo y le dijo como el lobo a los corderitos
-Procura no volver a equivocarte conmigo, ilmbécil.
-Usted perdone le juro que no volverá a pasar.
El cabrón de la perilla se monto en su coche, arrancó y se fue lentamente, mientras que miraba fijamente a lo que podia haber sido una cruz más en sus nudillos, y el gorrilla respiraba sofocadamente y se limpiaba de la frente el sudor frio, tras lo cual se palpó la parte trasera de los pantalones vaqueros y vio que poseía en sus calzoncillos los restos de comida ingeridas un mes atrás.


La plaza de Doña Elvira se empezaba a apagar y las farolas dejaban ya su manto de luz fría e inanimada, la tónica ya no burbujeaba en la mesa, mientras podía recordar el paso del tiempo a través de cada esquina del barrio de santa cruz, y justo de la única esquina de la cual no había un mosaico de mesas, sillas, guiris y letreros en seis idiomas, apareció Martín.
El hombre de la coleta y la cicatriz en el ojo pidió otra tónica y Martín se sentaba.
-¿Qué pasa Viretti, se sabe algo?.
-Algo.
En ese momento una silueta blanca y negra se acercaba rapidamente a ellos dos.
A lo cual el de la cicatriz, saltó.
-¡Niño, una tónica pa mi amigo y un gin-tonic pami, corto de hielo, corto de tónica y el limón pa los chipirones¡
Con un gesto de asintio el dalmata.
-Gracias, dime que sabes.
-He movido algunos hilos y la he encontrado, trabaja en Moreno & Yánez, ese es el bufete que defiende a todos los narcos colombianos aquí en España.
-¿Y como que estaba en la cena de empresa de mi hijo?.
-Por lo visto el bufete también le trabaja a Xamsa, que era la empresa donde trabajaba tu hijo, ¿no?.
-Muy bien y ¿qué sabes de ella aparte de eso?.
-Bueno... Vive en la Moraleja, aquí tienes las fotos.
Cuando le entregaba las fotos el camarero les puso encima de la mesa la tónica y el gin-tonic.
-Gracias.
Eran varias fotos, en las cuales se veía a un Audi A-8 negro, conducido por la morena que ya había visto rodeada por los brazos de su hijo. En las demás fotos se veía salir del mismo chalet a un hombre gordo y calvo, con otro Audi A-8 negro.
-¿Quién es el gordo?.
-No lo sé, lo estoy investigando; pero es significativo que las matriculas de los Audis sean correlativas.
-Ummm, vale.
-Tengo algo más.
-Dime.
-¿Sabes quien es el Bernardo?
-No, ¿quien es?
-El del calzón corto y el nabo largo.
-Vete al carajo.
-Perdona, -con una medio sonrisa en los labios-,es un indigente que normalmente duerme enfrente de la casa de tu hijo.
-¿Y?.
-Mis muchachos le hicieron un par de preguntas, lo malo es que está más payá que pacá.
-¿Qué dijo?
-Farfullaba, cosas sin sentido, sobre dios el demonio, esta cogío.
-Gracias, ¿algo más Viretti?
-De momento nada más
-Muy bien, ¡Camarero la cuenta ¡

El mando a distancia no le funcionaba tuvo que bajarse del Audi para abrir la puerta con la llave, arrancó el coche, aparcó junto a un enorme chalet de ladrillos vista, se bajó del coche.
-¡Tobiiii!,¡Tobiiiii!.
El perro estaba dormido.
-Jodido perro todo el día durmiendo, pensó para ella.
Con unos sonoros ruidos metálicos abrió la puerta blindada, cerró la puerta, apagó la alarma, dejó las llaves en el llavero, encendió las luces del salón y entró en le salón.
-Buenas tardes...
Se quedó paralizada un hombre alto, calvo y con perilla estaba en el salón mirándola fijo a los ojos.
-Tranquila, Ana no voy a hacerte nada, Soy Martín Sánchez el padre de Javier.
-¿Qué está haciendo aquí?, ¿Cómo ha entrado en ...?
-Sólo quiero saber, que es lo que sabe de mi hijo.
-¿No me lo podía haber preguntado en la calle o en mi trabajo?.
-Ese tema no es el que vengo a discutir con usted ahora, como usted bien sabe mi hijo fue asesinado en su casa, y la verdad es que nadie se explica como pudo suceder algo así. Por lo cual estoy aquí en su casa, preguntándole si usted sabe algo de mi hijo, y ya después si quiere me denuncia por allanamiento
-Ummm...
Se quedó pensativa mirándolo, procesando las palabras de Martín.
-Yo sólo sé que lo mataron.
-Hágame el favor de sentarse, por favor. Ella lo hizo de manera suave en un sofá frente a él. Ya no parecía sorprendida, al contrario se le veía tranquila, lo cual le hizo a Martín a andarse con cuidado.
-No la vi en el cementerio.
-No pude ir, estaba destrozada.
-¿Cómo era la relación de mi hijo con usted?.
-Llevábamos seis meses saliendo.
-¿Y cómo les iba?
-Bien, muy bien. Se echo las manos a la cara con los codos apoyados en las rodillas, parecía que daba señales de vida.
-¿Qué le pasaba a mi hijo últimamente?
-Estaba algo estresado por el trabajo, pero eso es normal ¿no?.
-¿Puedes imaginar alguien que quisiera ver muerto a Javier?.
-Por Dios, ¡no!, Todos lo queríamos mucho, era una persona que se dejaba querer.
-¿De quien es esta casa?.
-De mi padre. Lo dijo de una manera un tanto despótica como si lo estuviera echando.
-Bien, tu padre lleva los asuntos a Xamsa ¿no?.
-Si, así es.
-Pues dile a tu padre que tengo una cita con él, ¿vale?. Ahora te vas a sentar un ratito en el sofá y no te vas a levantar hasta que yo me vaya, bueno siento mucho el susto,( una medio mueca de sonrisa se le intuyo en la cara de Martín), ya nos veremos.
Él salió por la puerta y ella cogió el auricular del teléfono y comenzó a marcar.


El vino que llevaba en las manos era seguido por los ojos de Bernardo, como si fuera un personaje de Tolkien al cual le enseñaran el añillo único.
-Toma Bernardo.
Bernardo se lo arrancó de las manos y con uno de los pocos dientes que le quedaban abrió el tetrabrick y empezó a beber hasta que tuvo que respirar.
-Arf, arf...
-¿Esta bueno?¿Te gusta?.
-Sí...
Siguió bebiendo como si fueran a quitárselo.
-Bernardo te quería hacer unas preguntas.
Dejó de beber y los dos ojos azules se le abrieron más de la cuenta.
-¿Tu también me vas a pegar, tu también me vas a pegar?.Empezó a temblar y a saltársele las lágrimas.
-No tranquilo hombre, tranquilo... no te voy a pegar si soy amigo tuyo, además si me dices algo te doy 50 €.
Automáticamente dejó de llorar.-Qué es lo que quieres saber...
-Tu duermes siempre aquí ¿no?.
-Si, es mi sitio, mi sitio siempre... mi sitio, dame los 50€.
-Jajajajajaja si te los voy a dar pero, contéstame a una cosa, hace poco pasó algo en el edificio de enfrente, ¿verdad?.Señalando con el dedo el edificio donde hasta el dia de su muerte habia vivido su hijo, y el cual se podian ver todavia las señales del brutal asesinato.
-AAAAAHH. Comenzó a gritar como si le estuvieran extrayendo un órgano vital sin consentimiento.
-Venga hombre tranquilo, no pasa nada no grites cojoneh...
Se tapó con la manta y volvió a ponerse a temblar.
-El demonio me miró y me sonrió, el demonio me miró y me sonrió....Susurraba bajo la manta que tenía mas lámparas que Versalles.
-Anda hombre bebe un poquito, toma, toma más.
La ingesta de alcohol lo tranquilizó un poco, las lágrimas le corrían por las mejillas y llegaban a una raídas barbas pelirrojas que le llenaban la cara, había momentos, décimas de segundo en los cuales se podía intuir la persona que fue en otro tiempo, un empresario traicionado, engañado por todos y abandonado a su suerte.
-Venga Bernardo cuéntame que pasó aquella noche.
-Yo dormía, dormía bien, por que esa noche habían dejao una botella de wisky unos niños en el parque, ¡medio llena....!, Y me despertó un grito. Pensaba que eran esos hijos de puta... me pegaron una paliza....¡Cabrones! fui al hospital....
-Tranquilo, tranquilo, cuéntame lo que pasó esa noche.
-Abrí los ojos y el demonio se me presentó, sus ojos me miraron y me sonrió, cerré los ojos, me escondí debajo de la manta... y escuché un ruido enorme, creía que el demonio me iba a matar. Pero miré y el demonio ya no estaba, en el edificio de enfrente se escucharon ruidos y había un hueco enorme, al poco de tiempo salió del hueco que había hecho en la pared lleno de sangre, saltó y cayó en el coche cerré los ojos y cuando miré ya no estaba, se había ido, pero el diablo me miró y me sonrió, me miró y me sonrió....
-¿Cómo era el demonio?
-¿No sabe como es el demonio? El demonio es malo, feo y con cuernos, usted es tonto.
-Jajajajajaja, perdóname no tengo la suerte o desgracia de ver al demonio todos los días, ¿cómo era más o menos? Es que nunca lo he visto.
-Se lo acabo de decir.
-¿Cómo era de alto?
-4metros.
-Era blanco, negro, ¿rojo?
-Blanco.
-¿Estaba vestido?
-Ummm, no, en el infierno de nada te sirve la ropa.
-Vale,¿cómo era su cara?.
-Sus ojos me iluminaron con la luz del infierno , y sus cuernos brillaban, me cagué encima, no vi nada más.
-Muy bien Bernardo, venga toma tus 50€,¡ y note lo bebas todo!.
Le dio el billete de 50€ y Martín se empezó a ir.
-Gracias ¿quiere vino?.
-No gracias ¡Adiós Bernardo!.


Los gases de los automóviles permanecían dentro del garaje dándole la atmósfera típica de esos sitios, calor, olores concentrados y una iluminación un tanto pobre.
Las luces de descarga se apagaban justo cuando las luces de emergencia del Audi A8 negro se encendían y sonaba el “clic, clic” de la desactivación de la alarma.
Un hombre de pequeña altura, con un traje caro, escaso de pelo distribuido en forma de cortinilla a lo ancho de su cabeza y una barriga que no podría ser ocultada por ningún traje, por muy caro que fuese se acercaba al coche.
-¡Buenas noches señor Moreno!
El metro cincuenta de grasa se quedó por un segundo inmóvil mirando a Martín intentando saber que pasaba, momento después salió corriendo como pollo sin cabeza, hasta que en la tercera zancada se le dobló el tobillo y se dejó media cara en el cemento fratasado. El maletín que llevaba se le abrió y los papeles que llevaba tapizaban el garaje.
-¿Se le ha perdido algo en el suelo? Sonó la voz grave de Martín dentro del garaje.
La nariz le chorreaba de sangre, mientras que recogía con un ojo abierto los papeles del suelo.
-¿Es usted Moreno de Moreno & Yánez, no?
El hombrecillo sólo hacia recoger los papeles y sorberse la sangre que llenaba los papeles que este recogía.
-Lo que le den es poco, puedo doblar lo que le den por mí, joder me cago en la puta...les dije a Xamsa que no diría nada, coño...,( con la manga del traje se recogía la sangre), pero por favor no me mate.
En ese momento Moreno miro a Martín y pudo ver una mueca de sorna en su cara.
-No venía a matarlo, pero si insiste...Sólo vengo a hablar con usted ¿No le dijo su hija que tenía una cita conmigo?.
-¿Mi que? Yo no tengo hijas.
-¿Y la morena de su casa?.
-¿Ana?, Ana es mi amiga.
-¿Por que quiere matarlo Xamsa?
-Creo que no te voy a decir un carajo.
Al otro lado del garaje se escucho el silbido del motor de arranque de un BMW oscuro, el cual comenzó a acercarse a los dos hombres del otro lado del garage lentamente con las luces apagadas.
El grande de la perilla volvió la cabeza, el gordo se acababa de levantar, el cuello del gordo se vio empujado por la mano de Martín tirándolo al suelo, cuando Moreno abrió de nuevo el ojo que podía vio a Martín sacarse un 357 que llevaba pegado al pecho, el BMW aceleró y por la ventanilla del copiloto comenzó a escupir balas.
El gordo al escuchar las detonaciones empezó a reptar con el maletín del cual salían los papeles manchados con su sangre.
Tres disparos salieron de la mano de Martín, dos de los cuales hicieron blanco en el cráneo del conductor, estampándose el vehículo bávaro con una de las columnas del garaje.
El copiloto tardó cinco segundo en volver a deshacerse de las balas del arma automática , a través del cristal trasero.
De las ráfagas de plomo, dos de ellas dieron a parar en la columna del gordo pilón, que se acababa de incorporar, cayendo como un saco de patatas.
Martín estaba encaramado detrás del tren delantero de un 4x4, las balas impactaban en el bloque y en las llantas del Mitsubishi, el olor a gasoil era notable, pero ya que era gasoil no había ningún peligro de que saliera ardiendo el combustible.
Martín le había dado tiempo de recargar su arma
En ese instante dejó de disparar el único ocupante del coche que aún respiraba. Se escuchó abrirse una puerta del coche accidentado.
-Ya eres mío. Dijo Martín mientras se tiraba al suelo y entre el cárter y la rueda del Montero hizo dos disparos uno a la rodilla y otro al abdomen, el tirador cayó al suelo.
Martín se incorporo con cuidado y mientras se acercaba al tirador que se retorcía en el suelo vio algo en él.
-¡Joder, José que coño estas haciendo aquí!
-Hostias Martín.
-¿Quién te ha contratado?
-Mierda tío me has matao, estoy jodido... Me ha contratao un cabrón rico, pago la mitad, tenía que matar al gordo, si llego a saber que ibas a estar aquí no hubiera hecho el trabajo... Joder como duele...
-Tranquilo tío no hables ya estoy llamando al 061, creo que has hecho bien tu trabajo.
Se acercó hasta el cuerpo de Moreno que aun respiraba dificultosamente.
-Tiene mala cara, han sido los de Xamsa, ¿no?.
-Si ese hijo de puta... (escupía sangre como un toro)
-¿Quién?
-Fierro....
Tosió pegó un respingo intentando coger más aire, pero no volvió a respirar.
Ahora tengo a la morena por un lado y al tal Fierro por el otro.


-Buenas ¿qué hay?
-Muy buenas Martín.
-Leí ayer tu mensaje, dime, ¿qué se sabe, algo nuevo?.
-Pues resulta que los informes de los técnicos dicen, que las marcas en el techo metálicas eran de Titanio, que los que lo hicieron, se entretuvieron en destrozar el ordenador de tu hijo, y que escaparon en una furgoneta negra mate sin matricula.
Ah también han salido los resultados de ADN de los restos de debajo de las uñas de tu hijo.
-¿Y?
-El ADN es el de tu hijo, lo siento...
-Bien muchas gracias, perdona te voy a hacer dos preguntas.
-Dime.
-La primera es ¿Qué sabes de Fierro, de Xamsa?.
-Puff... ese es un hijo de puta de cuidado... es mal asunto, es dueño de media Sevilla pero con los sevillanos dentro. Hace y deshace como le viene en gana, es dueño de Xamsa y de trece compañías más, vamos nadie acumula tanto poder solo con el sudor de su frente, tu me entiendes...
-Ya, lo suponía, la otra cosa era, el ordenador de mi hijo, el disco duro ¿cómo está?
-Destrozado.
-Te importaría pasármelo, para intentar rescatar la información...
-Joder, es que es una prueba...
-Sería un día máximo.
-Bueno lo intentaré.
Después de hablar con Gutiérrez, miró en su teléfono móvil tecleó dos veces y pulsó el botón de llamar.
-Pepito, que pasa muchacho, ¿cómo anda tu padre ?.
-Andar, anda poco, esta grave pero vamos los medicos dicen que está fuera de peligro, uno de los tiros le perforó el vazo, y le han quitado dos metros de intestino y la rodilla se le va a quedar rígida con suerte, ¡mira que atracarlo, que cabrones¡.
-Me alegro que este fuera de peligro, escúchame, te tengo un trabajito.
-Cual trabajito.
-Necesito, que me ayudes con un disco duro...



La mañana despertaba, el sol empezaba a despuntar, los primeros haces de luz tocaron los pies de la cama, poco a poco el giro del planeta se fue confabulando para que esos rayos de sol incidieran directamente en sus ojos lo cual unido a que le sonó el despertador le obligó a abrir los ojos, apagó el despertador y se incorporó en la cama.
-Buenos días Ana.
La recién venida a la dimensión de los vivos, giró su cabeza lo mas naturalmente posible, hasta encontrar la fuente sonora que produjo el “buenos días”.
Era otra vez él, el padre de Javier, sentado en una silla a los pies de la cama.
-Buenos días, (se desperezó y un gran bostezo salió de su boca), uy perdón ¡Parece que va a hacer un buen día!.
-Si eso parece.
Dijo Martín con voz extraña pensando como podían ser las mujeres tan frías en situaciones tan extremas, supuso que era debido a los miles de años enfrentándose a animales sin miramientos como los hombres, eso les ha dado la capacidad de sabernos manejar, simple evolución.
Mientras ella se sentaba en la cama.
-¿A que debo su visita?.
-Pues resulta que aquel hombre que usted dijo que era su padre y que afirmaba lo contrario, se le ocurrió morirse asesinado delante de mí, las cosas que tiene la gente.
-Vaya escena ¿no? (Sin cambiar la cara de sueño).Le importa que me duche mientras hablamos, tengo prisa.
-No, por mi no lo haga, dúchese.
El cuarto de baño estaba en el dormitorio, ella abrió su puerta y dándole la espalda, comenzó a quitarse la camisa del pijama que junto a unos pequeños pantaloncitos era lo único que le impedía entrar en su ducha. Una vez totalmente desnuda entró en la ducha, esta caía frontalmente a la posición en la silla de Martín.
Martín hacia tiempo que no veía el cuerpo de una mujer tan cerca, en ese momento se acordó de su mujer...
-Me ha costado encontrarla.
Ella no dijo nada.
-Quiero saber cual es la relación.
-Que relación.
-La tuya, Fierro, Moreno y mi hijo.
Martín podía intuir las formas de la mujer a través de los cristales traslucidos.
-¿Le gusta el piso?, Le preguntó ella.
-Si ¿cuánto ganaba en Moreno & Yánez?.
-Jajajajajaja menos de lo necesario para pagarme esto.
-Ya entiendo, aquí es donde entra a colación Fierro, ¿no?
-Si, él me compró el piso, puso la alarma que por lo visto sirve de poco y mantiene mis costosos caprichos...
-Usted es su amante ¿no?.
-En absoluto, soy una pieza más de su tablero, una pieza cara pero una pieza más.
-¿Su reina?.
-Jajajajajaja algo así.
-Comprendo, usted hacia de espía en Moreno & Yánez para controlar a sus abogados...
-Si algo así.
-¿Dónde entra mi hijo en el tablero?
-Su hijo era Ingeniero en la sección de I+D de los últimos proyectos de Xamsa.
-Por lo que tenía que ser controlado también...
-En principio sí...
Se quedó quieta un momento y se apoyo en la pared.
-¿Hay algo más?
-Si.
Se dio media vuelta, y tres balas salieron de la ducha atravesando la mampara y dando dos de ellas en el pecho de Martín.
Cayendo este de espaldas al suelo.
Antes de que pudiera abrir la puerta corrediza de la ducha, una bala atravesó el cristal esta vez en sentido opuesto al que habían trazado las de ella, atravesando el pulmón derecho de la joven y alojándose la bala en la pared de la ducha, cayó sentada en la bañera.
Mientras se incorporaba Martín recordó entonces una frase de un amigo suyo, si alguien quiere matar a alguien dispara al pecho para rematar disparan a la cabeza, se despegó el chaleco antibalas.
Abrió la mampara del baño, y vio como por la herida sangraba a borbotones y ella lloraba sin abrir la boca.
Él le cogió la pistola, sacó su bala de la pared con una navaja, le echó el albornoz por encima, la aferró en sus brazos pesaba poco, ella comenzó a hablar...
-Yo quería a su hijo...
-No hables...
-Yo...
-Tranquila ya vamos al hospital...






La nueva bicicleta brillaba al sol de la tarde, cuando pasaba por el puente de Triana, la suspensión hacia su efecto no existían los escalones, la música del gran Jimi sonaba en sus oídos, Voodoo child..., corría por las calles del centro como alma que llevaba el diablo por el congestionado tráfico del centro de Sevilla, llegaba tarde a la cita con Martín, pero esos 120 Gb le habían costado mucho sacarlos de su “concha”, debido al lamentable estado en que se encontraba el dichoso disco duro.
Llegó por fin a su destino en la calle Sierpes, llamó al timbre sonrió a la cámara y le abrieron.
Dejó la bici en el portal y subió los escalones de dos en dos. Llamó de nuevo al timbre de la puerta blindada, le abrió Martín.
-Pepito llegas tarde.
-No he podido llegar antes.
-Dame el disco duro original.
Le dio el trozo de metal, lo dejó solo en la casa.
-No toques nada.
El joven de 21 años 1´70 de altura de complexión delgada, una perilla sin bigote y los pelos a lo rasta le sonrió ampliamente.
El ropero con las puertas abiertas estuvo en la calle unos 5 minutos, lo suficiente como para que Pepito le echara un vistazo al enorme salón, y a las fotos que en ella se encontraba.
Las llaves entraron e hicieron su trabajo.
-¿No habrás tocado nada?.
-Que no hombre, no seas pesadilla...
Martín enarcó una ceja, mirando sin mover la cabeza a ver si todo estaba en su sitio.
-Vamos a ver Pepito, que has podido hacer con él. ¿Lo has sacado todo?.
-Más o menos.
-¿Cómo que más o menos?
-Era un destrozo mu gordo lo que tenía eso, he copiado lo que he podido, aparte mucha de la información está codificada, pero no creo que haya mucho problema...(le guiñó un ojo).
-De acuerdo pues entonces, yo cojo el portátil, tu te metes en el de sobremesa le metes el disco duro donde has copiado el original y me envías a este todo aquello que no este codificado.
-Vale.
La información sin codificar fue llegando como un río inundando la memoria del plano aparato a través de la red local.
Cuando se terminó el proceso de vuelco de información, Martín comenzó a ver lo que había en él. Pensó lo que hay en un ordenador es característico, de cada persona se puede saber como es una persona por lo que guarda en su ordenador, guardas lo que te interesa y lo demás lo borras, es una pena que nuestros cerebros no funcionen así.

Música, películas, fotografías... Picó dos veces en esa carpeta y aparecieron cientos de fotos, algunas escaneadas de cuando era pequeño, otras hechas con cámara digital.
Se paró en una foto en la que salían los tres, su mujer, su hijo y él, de vacaciones en la playa.
Miró la cara de su mujer en la foto, la echaba tanto de menos y ahora esto. Mucho dolor en muy poco tiempo. Lágrimas rodaban por sus mejillas.
-Tengo que acabar con el hijo de puta que ha hecho esto.
Dentro de los archivos sin codificar encontró varios archivos de texto, abrió uno de ellos y se titulaba “carta a mi madre” en la cual decía lo que la quería y echaba de menos y la tensión latente que se había creado con su padre, tras su muerte. Cerró la carta y vio otra.
Empezó a leerla y era una carta a Fierro, donde decía que no podía seguir trabajando, le era imposible seguir con el proyecto, que aquello le sobrepasaba. En otras palabras dejaba el trabajo...

-¿Has podido decodificarlo?.
El joven rasta tecleaba sin parar mirando atentamente el monitor, giraba levemente hacia un lado la cabeza y continuaba tecleando.
-Esto esta jodido pero tu tranqui que esto sale como que Jimi Hendrix existe.
-Vale pero yo tenía entendido que hace más de 30 años que está muerto.
-¿No hay gente que ha visto a Elvis vivo?, Pues yo he visto a Jimi.
-Lo que tu digas...
-Si no mira...
Levantó el dedo índice al cielo y lo bajó directamente al enter.
Se abrió un tesauro de archivos.
-Abracadabra, padre hijo y espíritu santo; que, a que tu también acabas de ver a Jimi.
-Vete al carajo, ahora dime que hay aquí.
-Pues aquí, espera que abra esto. Son datos de....Joder que coño es eso....


No podía dormir, daba vueltas en la cama, se levantó, se fue al salón donde empezó a comerse la cena que había dejado entera, cuando estaba terminándose la ensalada se paró, cogió el movil.
Su coche no desentonaba mucho en las 3000 aparcó bajo una de las pocas farolas que funcionaban, cerró la puerta y en el portal de enfrente habían tres adolescentes de unos dieciséis años, bajo la farola un destello rojo brilló, debido al anillo de Martín.
Uno de los del peinado al cenicero se levantó y mientras que se acercaba a Martín le decía.-Quillo vaya anillo guapo, ave déjamelo ver. Mientras que se sacaba una pistola de debajo de la camiseta.
Martín miró a los ojos al niñato y se fue acercando a él hasta pegarse el arma al pecho.
-Gilipollas, si sacas un arma y no pretendes usarla te la comes.
Los dos compinches del “valiente” salieron por patas, y mientras que le estaba dando la última patada en el escroto y el “osado”escupía las muelas del juicio, salió por la ventana un gitano viejo con sombrero, con la cara ennegrecida de los años y surcos que en otro tiempo serían pequeñas arrugas, empezó a gritar.
-Hombre Martín que pasa.... Cuando acabes con ese ven y sube a mi casa.
-Ya no hay respeto por nadie con quince años me quería matar el hijo de puta.
Subió al segundo piso donde los gitanos armados de la puerta lo saludaron amistosamente, y el gitano del sombrero negro se levantó de la silla de nea para abrazarlo.
-Tu me dirás Martín.
-Necesito tu ayuda...

La fábrica nunca descansaba los tres turnos de trabajadores llenaban vagamente los miles de metros cuadrados de la factoria, los medios de seguridad eran propios de cualquier sistema de espionaje a nivel estatal, pero aquella mañana le habia sentado mal el café y ser guarda de seguridad no te da mucho juego para ir cada dos por tres al sevicio, sus tripas estaban confusas. Cuando de repente vio a cuatro Ford Transit tuneadas acercandose a la puerta de la factoría.
-Mierda... a ver que cojones va a pasar ahora.
Levantó la mano para que se pararan y estas hicieron lo propio, dentro de cada una de ellas había una familia de gitanos, al completo.
-¿A donde van? Les preguntó el de seguridad sin ningún tono, vamos como si se lo hubiera preguntado el cajero automatico.
Un hombre con bigote moreno de piel una camiseta sin mangas y una barriga con la cual podia conducir la furgoneta, le contestó.
-Ah.... vargame es que nos hemos perdío vamos.... vamos a poner el tenderete en un pueblo y nos hemos encontrao aquí.
-Pues van a tener que dar la vuelta por aquí no van a poder pasar.
-Ah... pero si que más te da dejarnos pasar... si a donde vamos esta detrás de esta fabrica hombreee.
- Detrás de la factoria no hay nada.
- Vargameee el hombreee que tengo a mis primos aquí que vamos tarde que nos van a quitar el sitiooo, dejenos pasaaaa.
-Lo siento va a ser imposible.
En esos instantes una furgoneta amarilla de reparto de Matutano se acerca a la vaya
el repartidor se paro al lao de la garita firmó el parte de entrada y entró al abrirse la puerta.
-Ah... ¿ese si entra y nosotros no?, Que pasa como somos gitaanos, nos discriminan los payos.... Pues yo paso vamos que si paso.
Las tripas del de seguridad le estaban empezando a dar vuelcos,Grrrr, retortijón al canto, mientras que la Transit azul-verdosa metalizada con los faldones y el aleron a juego empezaba a acelerar y con ella las tres restantes, el de seguridad , se puso delante de ellos diciendo que era el de reparto del bar de la factoria que ellos no podían pasar...
-Ah payoo que yo soy de la auto-escuela Farruquitooooo...
-¿Qué?
-O te quitas o te quito.
Cogió el walky talky con la mano temblorosa, más que por la familia Heredia por el marrón que se le vendría encima si no encontraba un WC
-Por favor, venid que esto se esta poniendo feo...

Martín firmó el parte de entrada sin que el de seguridad se fijara en él, ya que estaba distraido, a mitad de camino de la factoria se encontro con cuatro coches de seguridad que iban a toda velocidad en sentido opuesto al suyo. Aparcó en el bar se bajó de la furgoneta de reparto, y se dirigió al servicio más cercano, atravesó un pasillo lleno de tubos en los cuales el oxido era un personaje influyente, hasta que encontró el indicativo en verde de servicios, entró y en el había un hombre lavandose la cara, era alto y fuerte tanto como él vestido de naranja y en un guiño se incorporo de su posición mdeio agachada, Martín sin más descargo sobre él un poderoso puñetazo que impacto en el pómulo del fornido trabajador, derribandolo al suelo.
-Es mejor así sin esperarselo.
-Uhhhh eso ha dolido...esperate que me vea la cara
Se levantó y vió como la zona que en un principio estaba más blanca de lo normal empezaba a teñirse de un rojo azulado.
-Venga, quitate el mono.
El hombre que había recibido el puñetazo, recibia ahora la orden de desnudarse tranquilamente.
-Entonces.. ¿si te doy el casco y el mono, y la identificación ya no le debo nada a Viretti?
-Si eso es lo que te ha dicho él, así será.
- Lo de la ostia fue idea mía, pero si lo se....auch mientras se tocaba la zona afectada.
Una vez que se puso el mono y el casco,salió del servicio andubo 30 metros y ante el se abrió la puerta automaticamente, era la identificación actuaba como una llave la cual abría los niveles a los que tenías acceso y nuestro amigo el ludopata de los aseos al ser de mantenimiento podía llegar al nivel tres más que suficiente.
Ahora lo que debia hacer era simplemente pasar desapercibido, subia de nivel practicamente sin encontrarse a nadie, alguna limpiadora y poco más el nivel tres le permitió llegar a la zona de administración donde ya su indumentaria llamaba la atención pero siguió adelante, estaba en la busqueda del primer responsable, era obvio que sólo pudo se él, Fierro y este iba a ser su último día de vida.
Ya estaba en la zona de Dirección, ya podía oler a su presa, pero su sentido común le decía que todo iba demasiao bien.
Era lo más alto de la factoría la cuspide de la piramide, era un pasillo blanco con una cierta pendiente hacia arriba y protegido con dos guarda espaldas en la puerta, uno de ellos tenía unos treinta años no muy alto pero corpulento el pelo corto de punta y con mechas, el otro era mayor más alto que el joven el pelo cortado a lo militar y una barba cuidada .
Dirigió sus pasos diligentemente hacia ellos.
Uno de ellos el más joven le increpó
-¿A donde crees que vas?
Martín no abrió la boca.
El joven se despegó de la puerta y dirigió los pasos rapidamente hacia él.
-¿No te enteras gilipollas? ¿te he dicho que a donde te crees que vas?. Con una mano fue a pararlo, la misma que le retorció , lo cogió por el cuello y le estrelló la cara contra la pared, el crujido de la nariz no fue tan escandaloso como el chorro de sangre que pintaba el muro, le quitó la pistola del pecho en un rápido movimiento, con otro le apuntó a la cabeza, mientras que el compañero ya había sacado su arma.
-Tira tu arma y todo saldrá bien.
El de la barba vió que la cosa estaba mal, sin dejar de mirar a los dos bailarines del pasillo, retarsó sus pasos y entró en el despacho que había tras de si.
-Eso ha estado bien...dijo el joven.
A lo que Martín intervino empujandolo en dirección a la puerta.
-No se lo que buscas pero no lo vas a conseguir, capullo.
Un movimiento de la muñeca cargada le indicó que siguiera en la direccion de la puerta.
Al de la barba le dio tiempo de sobra de tirar al suelo el escritorio de la secretaria y montarse su propio parapeto ya estaba preparado para lo que fuera
Un disparo destrozó la cerradura y una sombra naranja con casco entró corriendo en ella, el de la barba disparó sobre él seis disparos cayendo este al suelo como un plomo, al elevar la cabeza pudo observar que era su compañero a quien había abatido, fue lo último que vió, una bala de 9mm oradó su cráneo desde la parte superior del hueso frontal hasta instalarse en la base del hueso occipital, cayó lentamente como si su luz se fuera apagando lentamente.
Solamente le quedaba la última puerta antes de encontrarse con su único adversario vivo, se paró ante la puerta, tocó el pomo dorado de esta y como pensaba se abrió con total facilidad.
Ante él se abrió una gran sala en la cual una mesa de caoba y tras la cual un ventanal desde el cual se podían ver todas las instalaciones, Sevilla y sus alrededores, en una esquina de ella se encontraba Fierro.
Tenía unos sesenta años, canoso con entradas, un traje oscuro caro y un bastón en la mano derecha, miraba por el ventanal.
-Cierre la puerta tras de si por favor.
Le indicó Fierro, Martín cerró la puerta.
-¿Sabe a lo que he venido no?
-Creo que si, supongo que viene a por respuestas.
-Creo que se las respuestas... usted mató a mi hijo por que tenía pensamientos de dejar la empresa, y denunciar públicamente el tipo de investigación que se estaba llevando a cabo su empresa.
-No exactamente
No se volvió a mirar a su interlocutor.
-¿Además que sabe usted de nuestra investigación?
-Lo suficiente
-Ya veo... pues entonces, no se sorprenderá mucho.
En ese momento se volvió hacia Martín lo miró fijamente a los ojos y dio dos pasos hacia él, el bastón no era un adorno ya que cojeaba ostensiblemente.
-¿A que se refiere con...?
No le dio tiempo a terminar la frase cuando la cristalera al completo estalló tras de Fierro el viejo zorro tenía un as en la manga.
Cuando Martín pudo abrir los ojos vió lo que había visto en el ordenador la otra noche pero esta vez era real medía 4 metros de alto, una multitud de afilados cuernos de titanio le recorrían desde el principio de la frentehasta la coronilla, en su rostro chato habían cuatro orificios nasales, cuatro ojos electrónicos y una boca enorme, un Titán de piel blanca de 4 brazos escapado de los relatos de Homero, pero que esta vez se movia amenazador delante suya.
-Don Martín Sanchez Rodríguez, ingresó usted joven en la brigada de paracaidistas tras tener problemas de pequeña cuantia con la ley, después de seis años en ella su grupo hizo una misión en el Chad un tanto suicida tras la cual se le dio a usted y asus compañeros por muerto, pero su nombre volvió a aparecer cinco años después como uno de los mercenarios más famosos de África, dejó África y regresó a su Sevilla natal donde usted era Mastín, ¿Verdad?, En esa época conoció a una profesora de alemán Patricia Swartz, de origen suizo, pero ella y la mayoría de sus conocidos desconocían tanto su pasado como a los negocios que dominaba, ¿me equivoco?.
-No.
Fierro se movía cojeante tras el mastodonte
-Usted llegó a controlar gran parte de los negocios sucios de Sevilla, dando la imagen de un respetable padre de familia en su casa, representante de maquinaria, normal y corriente... hasta la muerte de su mujer a manos de un yonqui, que usted se encargó de descuartizar con sus propias manos, por lo visto tras esto usted dejó los negocios y cedió sus negocios y territorios a sus colaboradores más cercanos, pero llegó a oídos de su hijo su pasado y lo culpó de alimentar a los asesinos de su madre, desde entonces no se hablaban...
-Muy bien me ha descubierto pero hoy usted va a morir.
Fierro comenzó a reise como el gato que se comió el canario
-Vamos a ver cree usted que va a poder superarme...600millones en investigación, demuestrale de lo que eres capaz.
El piloto que había dentro de aquel engendro mitad vivo mitad inerte respondió a la voz de su jefe, con un suave movimiento de brazo envió a Martín hasta la pared, el golpe fue debastador, pero reaccionó rápido rodando ante el segundo ataque del coloso, que destrozó la pared que había tras Martín.
-¿Y sabe lo más gracioso, señor Sanchez? Que en realidad el arma que mató a su hijo fue su propio hijo, este ser que esta intentando acabar con usted tiene el ADN de su hijo, y por lo tanto la mitad del suyo.
Martín escuchaba vagamente lo que decia Fierro debido a los incesantes envites del juguete de su hijo.
- Sabe lo que le digo , que ya me estoy cansando.
Mientras su Smith & Wesson no hacia más que dar en el blanco mas grande sobre el que jamas había disparado, sin que ninguno de sus disparos hiciera el efecto deseado
Un nuevo manotazo del monstruo lo pilló de nuevo, dejandolo medio KO, la última cogida de aquel miura le habia dejado media cara dormida y creía haber escuchado un par de costillas crujir al caer, había estado repasando los archivos de su hijo, y sólo le quedaba una oportunidad, sentado en la esquina a la que lo había enviado por via urgente el “Diablo de Bernardo”, el ejecutor de su hijo se decidió a acabar definitivamente con lo que quedaba de familia, ese iba a ser su último ataque sobre él, Martín sacó un mando a distancia de garage del bolsillo, y apretó el botón, sabía que sólo tenía una oportunidad y sólo durante un segundo.
Tras apretar el pulsador, el pecho del montruo se abrió como una concha dejando ver al piloto, sólo se escuchó el disparo y trás eso los 600 millones en investigacion quedaron boca arriba, dejando ver al piloto del aparato.
Tras incorporarse vio una cara conocida en el piloto, era Gutierrez, con un tiro en un ojo.
-Hijo de puta asi decía que este cabrón tenía a Sevilla en sus manos, lo tenía a él en sus manos.
La cara de Fierro era un poema.
-¿Co...como como lo ha hecho?
-Verá en los archivos del ordenador de mi hijo habían bastantes datos, y entre ellos los fallos a resolver, los cuernos de este animal currupeo son antenas para un posible control a distancia, si se sabe cuales son las frecuencias de activación....Ahora vamos a lo que vamos, yo he venido a una cosa... A matarle.
-No puede hacer eso. Gritaba Fierro mientras cojeaba de espaldas mirando como se acercaba Martín.
-Mas que no puede no debe, nuestro amigo, ese quien tiene usted en su espalda, tiene la clave, la clave genética de su hijo, es decir su hijo dio su clave genética para practicar los cambios, era su proyecto y serán hijos suyos los que me vuelvan uno de los empresarios más grandes del mundo, Bill Gates no será nada comparado conmigo, y si yo gano Sevilla y la región conmigo.
-Vamos a ver espere que yo me entere, ¿me esta diciendo que si usted y cuatro hijos de puta amigotes suyos van a ganar dinero no puedo matarlo?.
Martín con el arma en la mano, se acercaba a él.
-Mire usted si este proyecto desaparece, la humanidad perderá los grandes avances no sólo en biologia biomecanica y robotica, sino tambien los asociados a ellos, en medicina, en biologia etc...
-Verá mi hijo era el único miembro de mi familia que quedaba con vida, aparte de mi, a
mi ya, no me queda mucho y mi hijo esta muerto por sus manos, por lo tanto el mundo me importa una mierda, ah y el señor Mengele hizo tambien grandes aportaciones a la medicina y a la biología pero nadie hizo lo correcto, nadie tuvo los cojones de hacer lo que voy a hacerle yo ahora...
De su mano derecha salieron dos balas que se clavaron en las rodillas de Fierro, este cayó al suelo y empezó a chillar, Martín se movía lentamente y Fierro empezó a forcejear para alejarse de él.
Otra bala se instaló en el escroto, despues de eso dejó de reptar por el suelo. Martín recargo la automatica. Lo cojió por el cuello lo sacó por el ventanal y le dijo -Hazte un favor , intenta no morirte.
Lo lanzó al vacio y cuando caáa le descargó el cargador.
-Ya sólo me queda salir de aquí....pero antes.


Había pasado una semana después que hubieran aparecido en los periodicos y televisiones el terrible accidente de helicóptero que había causado la muerte del magnate sevillano y la destrucción de la sección de I+D de la factoría.
Estaba en el cementerio dejando flores a su mujer cuando, llegó Pepito.
-Buenas tardes Pepito.
-Ya se acabó todo, ¿no?
-No, tienes que devolverme los datos mi hijo...
-Ah, si hombre claro....
-Dime, ¿como lo hiciste?
-¿El que?
-Que pareciera un accidente.
-Yo no hize nada, yo solo quemé los “restos” de mi hijo, el resto lo hizo la propia empresa, supongo que intentarán reanudar la investigación. Por eso voy a necesitar tu ayuda, si quieres darmela.
-Claro pero entonces no me llames Pepito, mi nombre para mis amigos es Krazz.
-Bueno pues te llamaré Krazz hasta que sepas como llegó tu padre al hospital...




Fin


masamune

masamune
Bueno aquí sigo esperando aque alguien con mis aficiones a este mangaca, y con ganas de dibujar me envie algo si quiere. Ah voy a publicar un ahistoria corta que escribi hace ya tiempo

Tuesday, June 13, 2006

masa



Me interesa últimamente su trabajo ya que yo me dedico a dibujar a nivel patatero, y estoy buscando como este japones está coloreando sus dibujos con ordenadores

Monday, June 12, 2006

Masamune shirow

Para mi este autor auna todo lo que me llama la atención con ello, me gustaria encontrar a más gente que tuviera mi misma aficion por él.